Desde temprano la expectativa por la realización de los talleres de lectura era grande. No fue sino armar las carpas del Clásico Social para que inmediatamente niños y adultos colmaran las sillas dispuestas para las diferentes actividades que se desarrollarían durante toda la mañana.
Carmen de Bolívar respondió con creces y se “encarretó” con la lectura a tal punto que se presentaron filas para ingresar a los talleres que además de Martin, el hombre de la carreta literaria, también se tuvo el apoyo del personas de la Red Nacional de Bibliotecas de esta parte del departamento de Bolívar que vienen realizando una loable labor para incentivar el leer desde muy temprana edad.
El resultado fue formidable, por lo que se espera que Montería, ciudad que es la próxima parada del Clásico Social, también demuestre esa afición por la lectura y esas ganan que los “carmeros” dejaron plasmada por tener más conocimiento a través de los textos.