El «Doctor Mabuse» vuelve a los tribunales para recurrir su sentencia

Los primeros embrollos con la justicia del ex cuidador deportivo empezaron en los años ochenta pero fue en 2008 cuando fue condenado por un tribunal de lo penal de París por un caso de dopaje en el ciclismo descubierto en 1999.

Bernard Sainz, más conocido en el mundo del ciclismo como «Doctor Mabuse», volverá el jueves ante los tribunales franceses para recurrir su sentencia de abril de 2009 a dieciocho meses de prisión por incitar al uso de productos dopantes y por ejercicio ilegal de la medicina.

Los primeros embrollos con la justicia del ex cuidador deportivo empezaron en los años ochenta pero fue en 2008 cuando fue condenado por un tribunal de lo penal de París por un caso de dopaje en el ciclismo descubierto en 1999.

A partir de los testimonios de varios ciclistas, incluyendo al belga Frank Vandenbroucke y al francés Philippe Gaumont, el tribunal determinó que la actividad de Sainz suponía un riesgo para la salud de los ciclistas y que tenía que ingresar en prisión por los beneficios que obtuvo entre 1998 y 1999.

Según la sentencia, aunque Bernard Sainz «decía ejercer una actividad lícita, incitó varias veces a los corredores a tomar sustancias prohibidas».

Sainz se presentaba a sí mismo como un especialista en homeopatía y defensor de la medicina natural, pero no tenía ninguno de los diplomas necesarios.

El cuidador, que hoy tiene más de sesenta años, recurrió la sentencia porque se considera como un «hereje que fue eviado a la hoguera».

Apodado «Doctor Mabuse» en referencia al malvado personaje de varias películas de Fritz Lang, Sainz era conocido en todos los pelotones desde los años 70.

Aunque llevaba meses sin hacer apariciones públicas, el cuidador volvió a salir en la prensa el pasado mes de octubre, coincidiendo con la muerte a los 34 años de Vandenbroucke, con el que dijo haber estado en contacto antes de su muerte.

Para el abogado de la Federación Francesa de Ciclismo (FFC) y del Colegio de Médicos, el hecho de que el proceso judicial durara diez años «demuestra que la persecución de los que participan en el dopaje no es tan fácil como nos dicen».

«Teniendo en cuenta que ni la policía ni el aparato judicial están preparados para dar una respuesta sin que pasen diez años, tendrían que ser más indulgentes con las instancias deportivas, a las que acusan de no actuar lo bastante deprisa ni con la contundencia necesaria», añadió el abogado.

Comentarios